Takerou Braun.

Takerou Braun

Datos del Personaje

General

Nombre completo: Takerou Braun
Edad: 16 años.
Género: Masculino
Digimon acompañante: Tokomon - Patamon - Angemon - MagnaAngemon - Seraphimon
Nacionalidad: Japones
Orientación sexual: Homosexual.
Grupo: Civil

Personalidad

Takerou es una persona bastante pacífica la cual se desenvuelve completamente bien en cualquier situación en la que se le ponga. Más allá de eso, es una persona un poco tímida que tiene a sentirse no tan confiada de las personas que lo rodean, suele desconfiar mucho de la gente ya que con el transcurso del tiempo se ha dado cuenta que si una palabra te da su palabra no significa que ésta persona en realidad la vaya a hacer realidad. En momentos, Takerou se puede mostrar bastante frío con las personas ya que le encanta aislarse y sentirse libre de la monotonía de las rutinas diarias. Ésto no quiere decir que sea indiferente con la gente -aunque lo es hasta un cierto punto- pero aveces, el estar rodeado de tanta gente lo llena de temores y muy aparte de eso lo confunde. Le gusta estar sólo ya que así puede pensar con claridad y con muchísima facilidad, por ésta razón se ha hecho una persona un poco solitaria a la cuál se le puede ver deambulando sólo por las calles o caminando sin rumbo por cualquier lugar. El joven, cuándo conoce a una persona, al principio es algo tímido, pero después cuando por fin conoce los defectos y virtudes de la gente se muestra un poco simpático y puede ser capaz de parecer bastante social. No es la persona más social que digamos, de hecho puede llegar a odiar a la gente, pero sabe que no quiere quedar como un completo antisocial y a veces se ve forzado por él mismo para intentar socializar con la gente y al menos intentar parecer alguien no tan aburrido y por supuesto, no tan antisocial. Eso sí, Takerou es una persona bastante amable a la cuál todas las personas lo quieren por tal cualidad que en algún punto el chico puede llegar a odiar por obvias razones. Un defecto realmente gigante de éste chico es su completa inseguridad, jamás le ha creído a la gente -por completo- algún cumplido hacia su persona, es por esta razón que él ha sido su propio juez y su propio verdugo durante toda su vida.  Takerou desde siempre se ha sentido atraído por las personas de su mismo sexo, nunca supo el porque, pero el mirar a un hombre la causaba simple y absoluta fascinación.

Apariencia

Takerou tiene una cabellera no tan rara pero tampoco tan normal. Cabello negro, no tan largo, ya que no le gusta tenerlo en frente de su cara. El cabello apenas le puede llegar a tocar alguna ceja, no está tan corto pero si estuviera largo el mismo se atrevería a cortárselo para evitar tan gran fastidio que es el acomodarse el cabello una y otra vez. Sus ojos son algo grandes. Tienen una forma un poco puntiaguda de las extremidades y cuando los abre por completo se puede apreciar que sus ojos tienen un color miel un poco opaco. Suele portar una camisa azul algo oscuro con un traje-chaqueta color completamente negro y una corbata del mismo color, con pantalones negros y de la misma manera trae consigo zapatos negros. Ésto suele usarlo cuando va a caminar solo por las calles, ya que en su día diaria debe de vestir ropa de la escuela y digamos que esta no le gusta mucho, pero sabe que debe de portarla para cuando vaya a la escuela.
Suele usar muy poco los shorts o pantalones cortos ya que no le gusta dejar entrever sus piernas, le causan una cierta debilidad si alguna persona se le queda viendo a ésta parte de su cuerpo.

Historia

Takerou nació un 11 de Enero en Japón. Su padre es el típico trabajador que se la pasa todo el día en la empresa para "el bien de la familia", esto jamás le importo a Takerou ya que sabía que era toda la verdad. ¿Qué sería de él y su familia si su padre no trabajara?,  él lo comprendía completamente. Una madre bastante cariñosa que siempre lo ha cuidado bastante. En su vida jamás hubo golpes o maltratos. Tiene dos hermanos, Sakata, de 20 años y Kendou de 13. Su relación con ellos no ha sido la mejor ni la peor, como en todo, siempre hay momentos en la que los hermanos se pelean y otros en la que se llevan completamente genial. Vivió un poco sólo porque a él así le gustaba, vivir en soledad, sin nadie mas que le mandara o que le incitara a hacer cosas que él no quería hacer. Simplemente así era más fácil para el, no tenía ningún problema con vivir con sus hermanos o con su madre, pero una cosa era vivir en el mismo techo con su familia y otra era convivir. Fue a la escuela como todo chico normal. A los 6 años entro a la primaria para conocer a sus primeros amigos que, después, al salir de esa escuela y entrar a la secundaria los olvidó por completo. Había pasado lo mismo con los de la secundaria al entrar en la preparatoria. Era algo chistoso. El chico siempre supo cuál era su orientación sexual y es por esto que es una persona que sabe lo que quiere, aunque demasiado insegura. Después de haber pasado por ésto él se dio cuenta de "La palabra "amigo" depende de la época en la que uno la usa, no es lo mismo un amigo para alguien de 6 años que para otro de 16. Es simple". Sí, el chico en su soledad había madurado muchísimo y él mismo se daba cuenta que estar solo era mejor para él, ya que así pensaba mejor las cosas y terminaba todo más rápido. Gracias a estos desapegos de la sociedad Takerou se hizo un adicto a los videojuegos en línea o mejor conocidos como "MMORPG". Tras dos largos años jugando el mismo juego online, finalmente terminó cansandolo por lo que, muy decidido, decidió buscar un juego nuevo para quitarse de la cabeza aquél juego que lo había tenido traumado por dos años seguidos, al fin y al cabo, lo había aburrido totalmente. En uno de esos anuncios vio un anuncio para la beta de un nuevo juego online que iba a ser lanzado muy pronto, sin más, añadió sus datos a la computadora. Algo le decía, muy dentro de él que tenía que registrarse en ese juego, ya que probablemente le iba a gustar mucho.El chico no sabía que después de ese momento su vida cambiaría completamente. Aquél "videojuego" al que Takerou se había inscrito hizo que el chico se convirtiera en un digielegido. En historias pasadas -pero que el chico no recordaba-, se había reunido con un Tokomon que se perdió en la ciudad, lo ayudó a regresar al digimundo ya que no tenía la madurez para cuidar de él y ser su entrenador. Ese fue la primera vez que Takerou se había encontrado con un Digimon. Aquél "digital monster" había acudido con él pues quería ser más fuerte, pero días después, la DATS borró la memoria de aquellos digimons y de igual manera de todos los humanos que tuvieron conocimiento de los digimon. Pasaron dos años para que el joven Braun finalmente se reencontrara con su Tokomon, con el cuál no había pasado mucho tiempo anteriormente en tiempos pasados.  Una noche, cuando salía en sus caminatas nocturnas para despejar la mente, Takerou se dio cuenta que había algo raro en el parque en dónde solía ir a pasar el rato. Estaba apunto de llegar a su lugar favorito cuando comenzó a escuchar unos ruidos bastante raros, nunca los había escuchado. ¿Sería algún tipo de asaltante?, no era posible, provenía de un lugar en dónde apenas si cabía algún perro pequeño. La noche cubría completamente el cielo y todo a su alrededor. Las bancas que en el día eran bastante alegres -y lo mismo pasaba con los juegos- se notaban bastante tristes porque no había ningún niño ahí. Las ramas de los árboles creaban sombras por doquier y daban formas a monstruos y humanoides a los cuales Takerou ya estaba más que acostumbrado. Apenas si eran las nueve y treinta de la noche, era temprano, el chico solía dormirse bastante tarde, así que sí, apenas si la noche comenzaba para él. No tenía para irse del parque, así que se quedó. Siguió escuchando los ruidos sin percatarse de que algo estaba en el juego de los niños, era una plataforma en donde la parte de arriba formaba un gran arco en donde los chiquillos se trepaban para jugar. La plataforma que lo sostenía era un tipo de casa de perro pero con una forma bastante diferente. Por momentos, el joven se quedaba viendo hacía aquél juego. Los ruidos no le provocaban pavor al chico así que en ningún momento se mostró nervioso, caso contrario, se sentía bastante curioso por saber lo que estaba ahí. Quizá era algún conejo o algún perro pequeño atrapado en ese juego, si era así, Takerou tendría que ir a ayudarlo y sacarlo lo más pronto posible, nadie sabía cuanto tiempo llevaba ahí el pobre animal. Así pues, decidió pararse para al fin ir y encontrarse con una extraña criatura que, nunca, pero nunca se podría haber imaginado que existiese. Era casi literalmente una bola de pelos. Tenía una boca un poco grande, orejas bastante grandes que parecía colas y dientes que se veían afilados. Parecía una bola rosada muy mona. Takerou, cautivado por tal "animal" decidió recogerlo y llevarselo a su casa para alimentarlo. El chico, en vez de sentirse asustado por encontrar tal criatura tan rara, se sintió atraído por ella y por alguna razón le encantaba abrazarlo. Ese fue el principio de una larga historia.