Estoy solo en la Medianoche

El humano había rentado una habitación en uno de los hoteles que se encontraban a las afueras del reino pesadilla para reponer fuerzas después de lo vivido en el páramo. Por la apariencia que tenía ese lugar cualquiera habría pensado que se encontraba abandonado, siendo una sorpresa para el joven saber que aún brindaban servicio. No llevaba muchas cosas más que la mochila de la escuela. Junto a él estaba LordKnightmon, cuidándolo de cualquier digimon maligno que quisiera aprovecharse de un chico indefenso. Al estar acompañado por un Caballero Real los digimon que se hospedaban ahí ni siquiera se atrevían a mirar mal al hermoso chico de cabellera azul. Arsenio se tiró sobre la cama y le dijo a LordKnightmon que vigilara la puerta.

Se revolvió el cabello mientras giraba la cabeza para ver por la ventana: el paisaje era tétrico y al mismo tiempo encantador para el chico.-LordKnightmon… ¿por qué hay hoteles en este lugar? No parece un lindo sitio para pasar el tiempo.- Le preguntó al caballero, el cual simplemente respondió sin descruzar los brazos.-En este lugar los digimon malignos cierran tratos todo el tiempo, por lo que es normal que haya esta clase de hoteles de lujo para los empresarios, así es como les gusta que les llamen.- El digimon miró por la ventana y le llamó la atención ver que estaba comenzando a nevar.-Quédate aquí, iré a investigar.- Le ordenó el caballero.-No entiendo tu preocupación, el clima del digimundo siempre es extraño.- Reprochó el peliazul aunque era demasiado tarde, LordKnightmon se había ido.

LordKnightmon salió por la puerta principal, observando los delicados copos de nieve caer sobre todo el terreno; pronto todos los alrededores fueron cubiertos por una fina capa de escarcha. Volteó a su lado, notando una silueta larguirucha que se escondía detrás de los árboles.-De acuerdo sal de tu escondite, prometo no matarte si eres bueno y te marchas.- LordKnightmon le dio al digimon la oportunidad de huir. El caballero real no quería enfrascarse en un combate sin sentido, deseando volver pronto al lado del DigiDestined. La criatura rió estrepitosamente y salió volando en dirección a LordKnightmon, atacando una poderosa ventisca. El caballero destruyó el escondite de la criatura de las nieves, descubriendo al verdadero enemigo: un IceDevimon.

La batalla no había durado mucho ya que apenas despojó a IceDevimon de ventisca protectora cortó al digimon por la mitad usando su cinta a modo de espada. Los datos de la criatura volaron y fueron absorbidos por el digimon caballero. El joven estaba bastante aburrido esperando a que LordKnightmon dejara de perder el tiempo jugando en la nieve. Debido a que no tenía sueño como para dormir decidió explorar el hotel ignorando las indicaciones del caballero. Cuando LordKnightmon llegó a la habitación de Arsenio se alarmó al no encontrarlo. Se calmó y lo buscó en las habitaciones vecinas. A diferencia de los hoteles humanos, aquel lugar estaba diseñado para albergar a digimon de todos los tamaños, por lo que había puertas que eran más grandes que otras. El joven había caído en las garras de un SkullMammothmon, pero por suerte LordKnightmon estaba cerca para ponerlo en su lugar. La criatura se desvaneció al momento en el que el caballero cortó los huesos con su espada.