Deirdre of the Sorrows.

Deirdre

Datos del Personaje

General

Nombre completo: Deidre Romanov
Edad: 15 años
Género: Femenino
Digimon acompañante: Gigimon > Guilmon > Growlmon > WarGrowlmon > Gallantmon
Nacionalidad: Rumana
Orientación sexual: Asexual
Grupo: Tamer

Personalidad

Deirdre es una chica distante y terriblemente introvertida, silenciosa y siempre reticente, incluso hasta bordear la paranoia. Evita a los humanos tanto como puede, sobre todo a los de su edad. No confía en ellos y cree que posiblemente nunca lo hará pues les guarda un profundo resentimiento. Toda su amabilidad y extraversión se desata con los digimons; siempre los trata con afecto y cariño, sin importar qué tan ominosa pueda resultar su apariencia. Odia pelear con digimons, pero no dudará dos veces en hacerlo si alguno pretende lastimarla a ella o a su camarada. Sin embargo, ella considera que los digimons no son malos como las personas, así que intenta razonar con ellos antes de atacarlos. Disfruta más que nada la compañía de su digimon y suele cuidarlo con esmero y dedicación. Es sumamente sobreprotectora e irrevocablemente leal. Además, es una niña muy culta e inteligente, así como perspicaz. Posee un enorme conocimiento incluso a pesar de su edad y es dueña de una implacable moral. Aunque no lo parezca, es muy valiente, al punto de llegar a ser impulsiva.

Apariencia

Deidre posee la figura de una niña de su edad, sin curvas acentuadas y extremidades alargadas y gráciles. Es de complexión delgada, y si bien es considerada una chica alta para su edad, su estatura no supera el metro sesenta y tres. Su piel es nívea y crea un magnífico contraste con el colo caoba de su cabellera. Esta última es larga y lacia. Suele  traer el cabello suelto todo el tiempo, aunque cuando lo recoge suele hacerlo en dos coletas o trenzándolo. Un flequillo parejo cae sobre su frente, llegando a cubrir sus pobladas cejas pero no sus pequeños ojos de color avellana. Tiene labios pequeños y el cuello delgado y largo, como el de un cisne. Siempre vista ropa casual, sobre todo faldas y vestidos, aunque siempre que lleva éstos se asegura de traer un short debajo, por si las dudas. Nunca usa zapatillas pues no puede caminar bien con ellas. Tiene varias cicatrices repartidas por el cuerpo.

Historia

Deirdre aparenta ser una niña ordinaria, y, hasta cierto punto, lo sería, si no fuera por la retahíla de emociones negativas que encierra su corazón y que marcaron su vida para siempre.

En un pasado distante —y uno no tanto—, y regida bajo la errónea percepción de que la violencia jamás es la respuesta, permitió en múltiples ocasiones que la pisotearan, la humillaran y que se aprovecharan de ella, sin poner objeciones. Recuerda nítidamente aquel miedo, y la vergüenza que le conlleva susodicha, el terror y la desesperación que únicamente los abusos te hacen saborear. Lloraba, y en su llanto, en su profundo dolor... esperaba ser rescatada. En todas las historias, relatos, películas, anécdotas, siempre existía un héroe, ¿no es así? Bien, ¿por qué no habría de desear uno ella también inspirada por tales ilusiones? Era muy optimista de su parte ansiar la aparición de su salvador personal. Algún día, si era paciente, aquel individuo se enarbolaría ante ella y quienes le causaban daño, arriésgandose únicamente para defenderla, en pro de su deslumbrante ética, escudado por nada más que su moral. Podía imaginarle entre sus verdugos y ella, su bondad refulgir sobre las penumbras de la crueldad y su ímpetu listo para la tormenta.
Sin embargo, él no llegó, y por la infelicidad de Deirdre continuó creciendo, volviéndola una niña solitaria y melancólica. Se sumergió en una profunda depresión que le arrancó los deseos de vivir y todo vestigio de felicidad. Hasta que encontró a Gigimon. O, mejor dicho, él la encontró a ella.