Desde Rusia al Digimundo

Dan Vólkov

Datos Generales

Nombre completo:Dan Vladímir Vólkov Ivanov
Edad:19
Género:Masculino
Orientación sexual:Heterosexual
Nacionalidad:Rusa
Grupo: Domador
Digimon:Kapurimon->Hagurumon->Machanorimon->Megadramon->Machinedramon->Chaosdramon

Características Físicas: Una de las cosas que se deben de destacar en Dan y que es lo más notorio que se ve a simple vista es su cabellera albina, la cual más que un blanco brilla con el color de la plata a la luz del sol. Sus ojos de un profundo y oscuro carmesí no son capaces de demostrar sentir  alguno más que el ansia de victoria que este posee. Su piel blanca por la poca exposición que ha tenido al sol se mantiene sin imperfección alguna (Hasta el momento) dándole cierto aspecto algo más “suave” o por así decirlo “delicado” lo cual va completamente en contra de lo que él demuestra. Sus ropas, van normalmente por camisetas blancas, las cuales siempre se encuentran desabrochadas en el cuello, gabardinas negras algo desgastadas, botas y pantalones del mismo color son su ropa del día a día, dándole de cierta forma un aspecto algo andrajosa o de vagabundo.

Spoiler:

Personalidad: Si bien suele mostrarse algo indiferente e incluso violento contra los demás, puede llegar a ser muy afectuoso, pudiendo compartir su única ración de comida, con alguna persona no importándole que él pase hambre, aunque no por esto es idiota y va a ir dando todo lo que tiene, ya que si nota que alguien se quiere aprovechar de él, mostrara otra faceta totalmente distinta, donde si llegan a sacarlo de quicio (Lo cual es algo difícil) la violencia (Física y psicológica), el desprecio e humillaciones, son cosas de cada momento, en esta faceta puede llegar a ser extremadamente violento, pero para que llegue a este extremo necesitara días y días de molestia, lo cual es poco probable, incluso en Rusia, tenía alma de vagabundo y gitano, yendo de un lugar a otro.

Historia:
Rusia, año XXXX en algún lugar de la estepa rusa una pequeña cabaña en la cual sucedía un evento que daría el inicio de una nueva vida, más también traería la desgracia y el final de otra. Mientras el nacía su madre moría, la partera sin mucho que hacer por ella, se dedicó a salvar a la pequeña criatura. Sin una figura femenina en su hogar, se crio bajo la mirada estricta de su padre, por lo cual aquella pequeña cabaña parecía más una pequeña, reducida y pobre escuela militar, pero el niño era feliz, era la única vida que conocía, sus vecinos más próximos estaban a unos cuantos kilómetros y solo en los días de verano, donde las tormentas de nieves, no se hacían presente con tanta fuerza podía visitarles, por algunas horas. Mientras pasaban los años estas visitas se hacían más largas, ya no eran un par de horas, sino que todo el día, en el joven empezaba a nacer cierta alma de gitano, que pedía a gritos salir. En casa el castigo correspondiente por tales salidas tan largas, las cuales el aceptaba sin problema alguno.
Un día se armó de valor, a su edad de 17 años, ya no soportaba el estar en un lugar fijo y partió, su padre resignado sin mucho que hacer solo le pidió que se cuidara y no fuera en malos pasos. Empezó a recorrer Rusia lentamente caminando entre ciudad y ciudad, mendigando algunas veces, pasando hambres otras, teniendo que pelear otras veces, pero se sentía libre. Aunque siempre se le veía en la calle, de día y de noche, algo que no cambiaba nunca era el hecho de que siempre intentaba mantenerse pulcro, su cabello y cuerpo siempre sin suciedad alguna e incluso sus ropas aunque desgastadas estaban limpias a excepción de alguna que otra mancha que ya no salía con nada.
Un día se durmió en alguna esquina de Moscú, arropado por sus ropas, unos pocos perros callejeros y algún que otro cartón, arrullado por el sonido de las voces ajenas tanto , palabras a tonos normal, gritos y el sonido de los autos pasando, al despertar ya no estaba en el frio y duro cemento, un suave colchón de pasto le acobijaba, los perros y cartones no estaban, solo una suave brisa que movía la suave hierva, un cielo azul, pero que a la vez no era cielo, era algo más, tenía algunos detalles raros. Y ahí se encontraba perdido en un lugar totalmente ajeno y desconocido, no parecido a nada de lo que él conociera.